Canon puede referirse a Estética, arte,
literatura, impuestos, cine, televisión y religión.
Canon es el criterio o la regla de elección para un campo cualquiera de conocimiento o de acción. El canon literario se entiende tradicionalmente como las listas de autores y obras literarias consideradas con altos valores estéticos, con autoridad y representativas de algún tipo de literatura.
Existe un debate alrededor del concepto de canon, sostenido entre la crítica esencialista y la crítica contextualista. Los críticos esencialistas proclaman y defienden el “valor literario” de las obras; consideran que el canon es una lista casi cerrada de textos y autores representativos que han alcanzado un valor universal.
La crítica contextualista apela a los factores contextuales que intervienen en la valoración y la consagración de las obras. El canon se vuelve, así, un instrumento de exclusión que refleja las exclusiones sociales del mundo extraliterario; las normas sobre el gusto que impone el canon son, también, una herramienta de mantenimiento del poder en manos de minorías conservadoras.
El sentido de la palabra kanōn pasa de significar “vara”, a significar “medida” o “evaluación”, y ello puede atribuírsele a Aristófanes y a Platón, cuando acusan a los sofistas de medir sus argumentos no por su sentido o pertinencia, sino por su longitud o kanōn. Esto demuestra que casi desde el inicio de su historia los autores consideraron al kanōn como una serie de reglas heredadas que debían ser ensanchadas, afinadas o perdidas.
La idea de kanōn se relacionó con la idea de enseñanza en su estrecha relación con la creación.
El canon, más allá de ser una regla o una formula, se convierte en una narrativa total contenida en un texto sagrado. La trama providencial, contenida en el texto sagrado, gobierna cada aspecto de la vida pública y privada de la comunidad religiosa y se convierte en la razón de que la vida cotidiana se sacralice.
Cuando los críticos contemporáneos hablan del "canon cultural" como una fuerza todopoderosa que controla los más íntimos esquemas e ideas, en realidad, apelas a la noción de ‘Canon’ sagrado, en su uso temprano.
La acepción moderna de lo que hoy se considera “literatura”, es decir, de lo que entra en el canon literario, se puso en marcha en el Romanticismo. La noción de “literatura” se redujo hasta sólo comprender las obras creativas o imaginativas; fictivas, por un lado, y visionarias e inventivas, por el otro. Esta comprensión de lo que entraba dentro del canon literario se enfrentaba a la ideología utilitaria que imperaba en Europa en el siglo XVIII y XIX.
La crítica literaria formalista estudiaba la estructura del texto mismo. Con una fuerte influencia de los estudios lingüísticos, los formalistas subordinaron a la forma el contenido; por lo tanto, para el formalismo el valor literario se encontraba en la forma.
Estos juicios sobre el valor estético en la forma literaria y su efecto en el lector permearían la idea esencialista de canon y su defensa.
Algunas obras que forman parte del canon literario son:
1- "Romeo y Julieta" de William Shakespeare.
2- "El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde.
3- "La metamorfosis" de Franz Kafka.
4- "Orgullo y Prejuicio" de Jane austen.
5- "Rayuela" de Julio Cortázar.